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Parque Nacional Nahuel Huapi



Áreas de interés


Cerro Tronador

El Cerro Tronador, de 3554 metros, es la altura máxima del parque. El nombre del cerro se debe al estruendo de los derrumbes que se producen constantemente en los glaciares que alberga su cumbre. Existen numerosas alternativas para el trekking. Una de ellas parte de Pampa Linda y luego de recorrer unos ocho kilómetros, llega al Ventisquero Negro. Allí se pueden presenciar las rupturas y avalanchas del Glaciar Manso, que alimentan al ventisquero.
Otra opción es visitar el refugio Otto Meiling , a 2.100 metros de altura y 18 km de Pampa Linda (unas 5 horas de ascenso), desde donde se despliega la belleza escénica de los glaciares. Este refugio es el punto de partida utilizado por los escaladores para ascender a los tres picos del Tronador (El argentino, el Chileno y el Internacional).

Isla Victoria y Bosque de Arrayanes

Isla Victoria

De los primeros contingentes que visitaron la isla Victoria como turistas fueron los señores Aaron Anchorena, Esteban Lavallol y Carlos Lamarca, que llegaron a la región en un periplo realizado con el solo propósito de conocer personalmente las deslumbrantes bellezas de la patagonia y participar de la aventura de un viaje por caminos precarios en territorios inhóspitos. Los viajeros se instalaron con todo su equipo y sus asistentes en una bahía muy reparada y bucólica, que hoy se conoce como Puerto Anchorena. Esto ocurrió el 12 de abril de 1902. Aaron Anchorena era un millonario y aristócrata cuyo proyecto se basaba en la creación de una estancia modelo en la isla, a la que dotaría de todos los adelantos propios de la época, reservando enormes espacios para dedicarlos a la recreación y contacto con la naturaleza en su estado primitivo.

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Bosque de Arrayanes

El arrayanal de la Península de Quetrihué, con su pureza casi absoluta y sus portentosos ejemplares –algunos de los cuales llegan a las dos centurias y media- lo tornan una de las manifestaciones más cautivantes y más raras de la naturaleza.
Pese a la extendida distribución del arrayán –que prospera a ambos lados de la cordillera patagónica, en sitios muy húmedos- no sobran comunidades de características análogas. Hay apenas un puñado en territorio chileno y dentro de nuestras fronteras, solo se suma el arrayanal del extremo norte de la isla Victoria. Con esta mezcla de singularidad y seducción, no sorprende la relevancia ecológica que se le adjudica –expresada en el riguroso grado de protección conferido al área (Parque Nacional Los Arrayanes) ni su imán turístico.
Es sin duda, el bosque más popular de la Argentina. Alrededor de 250.000 visitantes recorren anualmente sus doce hectáreas a través de un circuito entablonado que resguarda el pisoteo al suelo y los renovales, minimizando el impacto de un uso tan intensivo.

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Puerto Blest

La historia de Puerto Blest está asociada desde principios del siglo XX a la empresa Sociedad Comercial y Ganadera Chile-Argentina, dedicada desde sus comienzos, y entre otras actividades, al transporte de productos, mercaderías y personas entre Chile y Argentina, por el Paso de Pérez Rosales. La familia Roth, vinculada desde la primera hora a la empresa, fue la que continuó luego de la disolución de la misma con el movimiento del paso internacional, siendo propietaria de hoteles e instalaciones anexas del lado chileno y del lado argentino con las construcciones del hotel Lago Frías y el hotel Puerto Blest, incluyendo asimismo la navegación, los muelles y el vapor “El Cóndor”, con los que formó una exitosa y perdurable empresa de viajes y transporte que aún perdura, denominada “La Andina del Sud”.

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